Potencia eléctrica, qué saber de ella a la hora de gestionar un alta de luz
Cuando se da la situación en la que un usuario presenta la necesidad de dar de alta la luz o bien de tener que renovar el contrato eléctrico de una vivienda, para conseguir seleccionar las condiciones más acordes a su consumo por contrato, debe tener en cuenta diversos factores antes de formalizarlo.
Uno de estos puntos determinantes de la factura de la luz es la potencia eléctrica de la que se dispone por contrato. Debido a la importancia que presenta este concepto, en esta entrada hablaremos sobre él, del porqué de su importancia, los métodos para un cálculo ajustado de la potencia y del procedimiento para solicitar el cambio de la potencia contratada en los casos en los que sea necesario.
El término de potencia eléctrica, ¿por qué es tan importante en el contrato de la luz?
El término de potencia eléctrica cobra un gran peso dentro del contrato eléctrico debido a dos factores fundamentalmente:
- En primer lugar, esta potencia delimita la capacidad máxima de suministro eléctrico en un momento puntual de la instalación, es decir, delimita la cantidad de aparatos eléctrico y electrónicos que pueden ser abastecidos de manera simultánea por la propia instalación eléctrica.
En los casos en los que se sobrepase la potencia máxima contratada, se provocarán fallos en el suministro eléctrico, manifestados por el conocido comúnmente como ¨salto de los plomos¨.
- En segundo lugar, la potencia eléctrica disponible por contrato también es relevante debido a que supone un precio fijo que se abonará a la compañía en cada factura de suministro de luz, de manera que a mayor potencia contratada, mayor coste que afrontar mensualmente, independientemente de que se haya consumido energía durante el periodo en cuestión.
De esta manera, lo que se debe buscar es contar con la potencia que mejor se adapte a los hábitos y necesidades de consumo, sin contar con un exceso de potencia, pues eso supondrá un sobrecoste mensual en las facturas, ni una potencia por debajo de la necesaria, pues en estos casos, tendremos problemas con el suministro de manera habitual.
Para elegir la potencia eléctrica de mi vivienda, ¿en qué debo fijarme?
Para poder seleccionar aquella potencia que mejor se ajuste a las demandas de energía de la propia vivienda, se debe analizar de manera minuciosa el consumo real, en los casos en los que no se sepa cuánta potencia contratar para una instalación, se deben valorar:
- El primer factor a destacar a la hora de seleccionar cuánta potencia se necesita es el número de personas que, de manera habitual, residen juntos en la misma vivienda, pues todos son suministrados de energía eléctrica por la misma instalación, muchas veces, de manera simultánea.
- Otro factor muy importante es la dimensión de la que dispone la vivienda, de manera que, a mayor superficie de vivienda, mayor necesidad de energía y, por tanto, de potencia.
- La cantidad de aparatos electrónicos de los que se dispone, teniendo en cuenta, además, la eficiencia energética y el consumo de cada uno de ellos, pues si su uso es en el mismo momento, se deben sumar los consumos individuales de cada uno de los aparatos.
- Se debe tener en cuenta también la existencia de aparatos que presenten un gran consumo por su empleo, como podrían ser los aparatos de calefacción en los casos que sea eléctrica o los sistemas de aire acondicionado. Puesto que su utilización ya supone un gran consumo de manera individual y al solaparse con otros aparatos pueden provocar sobrecargas.
Si necesito modificar la potencia que tengo contratada, ¿cómo puedo hacerlo?
Existen casos donde la potencia no se seleccionó correctamente a la hora de tramitar el contrato de la luz, así como situaciones donde se produzcan cambios en la demanda de energía normal.
Independientemente de cuál sea el motivo por el que se necesite modificar la potencia contratada, esta podrá ser modificada, tanto en los casos en los que sea necesario aumentar la potencia como en las situaciones donde se necesite bajar la potencia contratada.
Para poder llevar a cabo la modificación, serán necesarios dos aspectos; en primer lugar, debe haber transcurrido al menos un año desde que se firmó el contrato que se encuentra en vigor y en segundo lugar, son necesarios los siguientes documentos:
- El código CUPS propio de la instalación eléctrica de la vivienda.
- La potencia con la que se cuenta en el contrato actual y la potencia que se demanda en el futuro para la instalación, siendo este segundo valor uno aceptado por la propia instalación.